Por Eduardo Arcos (En Alt140)
No parece ser el caso en España. Después de unmanifiesto con un impacto muy profundo, cientos de textos, artículos y posts, demostraciones públicas de rechazo, y la revelación (por medio de WikiLeaks) que la “Ley Sinde” fue llevada a cabo a base de presiones del lobby del copyright estadounidense el gobierno español, en una clara demostración de soberbia, decide intentar unaaprobación express de la Ley de Economía Sostenible (donde se encuentra la disposición del cierre de webs sin orden judicial) por medio de una reunión única de la Comisión de Economía que se llevará a cabo elproximo martes 21 de diciembre.
Las excusas parecen haber sido sacadas de un guión de Seinfeld. Para una ley tan importante, polémica que afecta a tantas personas en tantos niveles, que atenta contra la libertad de expresión e información deciden usar un procedimiento que suele ser usado para «proyectos de poca importancia para aliviar de trabajo al pleno, que se dedicaria a los proyectos mas importantes»
Es un atropello sin precedentes en la historia de la libertad de expresión e información y parece que a casi nadie le importa. Es un tema del cual se ha hablado e insistido sin cesar durante un año y no parece tener verdadera importancia para la opinión pública. Al menos no la suficiente. A la gran mayoría de personas parece que le da igual
¿Qué hace falta para que el país, los afectados, le hagan saber de forma alta y clara al gobierno que no queremos que la legislación sea dictada por un lobby compuesto de unas cuantas empresas estadounidenses que velan por intereses económicos muy particulares
No es una pregunta al retórica, me gustaría entender qué hace falta, me gustaría que me cuenten en los comentarios, que me lo digan en Twitter. ¿Qué hace falta? — ¿Cuántas manifestaciones, cuantos textos, cuántas pérdidas tenemos que asumir para que la voz de las personas sea tan alta que el gobierno no solo nos escuche, sino que deje de hacer lo que le da la gana por encima de nuestros derechos?
¿Qué hace falta que el Ministerio de Cultura comandado por Ángeles Gonzalez-Sinde haga para que nos detengamos, pensemos durante unos minutos lo que estamos perdiendo y decisiones en firme para que simple y sencillamente no permitir que pase?
Es hora de tomar determinaciones reales. Sobre todo de tomar un compromiso fuerte como cuidadanos de no permitir que el gobierno que fue elegido por los mismos españoles, siga faltándoles el respeto una y otra vez. Es hora de organizarse, es hora de hacer más que ruido, es hora de tomar acciones que causen efecto profundo.
Lo primero, como bien explica Enrique Dans: contactar a los ocho diputados y sus respectivos correos electrónicos que votaran en la comisión el próximo jueves:
Reventar sus emails con mensajes e insultos no tiene ningún sentido. Contactarlos y de forma educada, hacerles saber lo que causarán al permitir que la Ley Sinde quede en efecto es un primer paso. Pero hacen falta muchos otros.
Hace falta que la gran mayoría de nosotros seamos una sola voz que le haga saber a todo el país que estamos en contra de que en España se puedan cerrar webs por decisión arbitraria de unas cuantas personas, sin pasar por el poder judicial.
¿Qué hacemos? En serio, ¿qué hacemos? Es un llamado a las “armas”. A las “armas” de la razón, del uso debido de la libertad de expresión y negarnos rotundamente a que intereses comerciales de un puñado de empresas atenten contra nuestros derechos.

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